La facultad discrecional es una potestad que se le otorga a una persona u organismo para tomar una decisión sin estar sujeto a un criterio previamente establecido. En otras palabras, se trata de un poder de decisión autónomo e independiente.
La facultad discrecional se encuentra regulada por la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), en su artículo 117.2, que establece que el Tribunal Constitucional es el órgano encargado de velar por el correcto ejercicio de esta potestad por parte de los jueces y magistrados.
En el ámbito penal, la facultad discrecional se manifiesta de forma muy clara en la aplicación de las penas. El Código Penal establece unas penas mínimas y máximas para cada delito, pero es el juez quien, en función de las circunstancias concurrentes en cada caso concreto, decide cuál será la pena a imponer. De esta forma, el juez puede imponer una pena inferior a la establecida en el Código Penal si considera que existen atenuantes que lo justifican, o una pena superior si existen agravantes.
Otro ejemplo de facultad discrecional se produce en materia civil, cuando el juez debe valorar las pruebas presentadas por las partes y decidir cuál es la verdad real de los hechos. En este sentido, el juez no está obligado a aceptar la versión de los hechos presentada por una de las partes, sino que puede optar por la verdad que considere más probable o más acreditada.
En general, podemos decir que la facultad discrecional es un poder amplio y flexible que otorga al juez o al órgano administrativo la posibilidad de tomar decisiones en función de su propio criterio y sin estar vinculado a unos parámetros previamente establecidos. Esta potestad supone un importante grado de responsabilidad, ya que las decisiones adoptadas deben ser razonables y justificadas, y no pueden estar basadas en caprichos o prejuicios personales.
Funciones Administrativas: POTESTADES REGLADAS y DISCRECIONALES
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Discrecionalidad Administrativa
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¿Qué son las facultades discrecionales?
Las facultades discrecionales son aquellas que le permiten a un funcionario tomar una decisión en base a su criterio y sin tener que seguir una regla específica. Esto significa que el funcionario tiene cierto margen de maniobra para decidir cómo actuar en una situación, lo que le permite tener más flexibilidad al tomar decisiones.
¿Qué significa la discrecionalidad?
La discrecionalidad es el poder de hacer o no hacer algo, o de decidir sobre una cuestión, según el criterio propio. Es el margen de libertad que se tiene para elegir en una situación determinada.
¿Qué es un recurso discrecional?
Un recurso discrecional es algo que se puede usar a voluntad o según la conveniencia, y no está sujeto a ninguna regla o limitación específica.
¿Qué es la facultad discrecional?
La facultad discrecional la tiene el juez cuando no se encuentra una regla específica que dictamine la solución de un caso en concreto. Por ejemplo, en el caso de una sentencia de divorcio, el juez puede tener en cuenta la capacidad de cada uno de los cónyuges para mantener el nivel de vida que llevaban antes del matrimonio.
¿Por qué se considera una facultad discrecional?
La facultad discrecional se considera una facultad porque es un poder o potestad que es otorgado a una persona u organismo para tomar una decisión, ya sea de carácter judicial o administrativo, sin estar sujeta a la rigidez de un procedimiento preestablecido o a una norma jerárquicamente superior.
¿Cuáles son los límites de la facultad discrecional?
La facultad discrecional es el poder otorgado a una persona para tomar una determinada acción, basada en su propio criterio o en la situación en la que se encuentra. Sin embargo, esta facultad está limitada por la ley y los reglamentos, que deben seguirse en todos los casos. Esto significa que, aunque se tiene el poder de tomar una determinada acción, no se puede hacer cualquier cosa que se desee, sino que se debe actuar de acuerdo a lo que establecen las leyes y reglamentos.
¿Cómo se puede ejercer la facultad discrecional?
La facultad discrecional es el poder de tomar una decisión basada en el criterio personal o moral, en lugar de la ley o las reglas establecidas. Se puede ejercer la facultad discrecional en muchos aspectos de la vida, tales como la educación, el trabajo, o incluso en el hogar. A veces, se puede usar la facultad discrecional para evitar el daño a otras personas, o ayudar a aquellos que están en necesidad.
