- Tsukuyomi es el dios japonés de la luna, protagonista de mitos clave y símbolo de dualidad.
- Su figura ha evolucionado desde la mitología a la cultura pop, inspirando anime, manga y videojuegos.
- Posee un repertorio de poderes legendarios relacionados con la luna, la noche y la oscuridad según diferentes universos.
Tsukuyomi es una figura fascinante que ha capturado la imaginación tanto de los estudiosos de la mitología japonesa como de los aficionados al manga, el anime y los videojuegos. Su nombre resuena con poder, misterio y una conexión directa con la luna, ese satélite que ha intrigado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Aunque su presencia en la cultura popular actual es incuestionable, no debemos olvidar las profundas raíces mitológicas y los complejos relatos que envuelven a este enigmático dios lunar.
Este artículo explora a fondo tanto la figura histórica y mítica de Tsukuyomi como su influencia en la cultura moderna, pasando por sus atributos, historias, características, simbolismo y su papel en novelas gráficas, videojuegos y universos ficticios. Además, recorreremos sus poderes según diferentes fuentes y universos, y cómo el mito se adapta y evoluciona dependiendo del medio y del tiempo.
Origen y significado del nombre Tsukuyomi
El nombre ‘Tsukuyomi’ está impregnado de simbolismo y significado en la lengua japonesa. Tradicionalmente, se considera que proviene de la combinación de las palabras ‘tsuki’ (月), que significa ‘luna’ o ‘mes’, y ‘yomi’ (読み), que puede traducirse como ‘leer’, ‘contar’ o incluso ‘observar’. De este modo, su nombre podría entenderse como ‘el lector de la luna’, ‘el que cuenta los meses’ o, en una versión más poética, ‘el que observa la noche lunar’.
Algunas interpretaciones alternativas sugieren que el nombre une la expresión ‘tsukiyo’ (月夜), ‘noche de luna’, con el verbo ‘mirar’ (見, mi), dando lugar a un significado aún más contemplativo y misterioso: ‘el que contempla la noche lunar’. Esta polisemia refleja la versatilidad del personaje en las distintas leyendas y obras donde aparece.
Mitología y leyendas tradicionales: Tsukuyomi, el dios japonés de la Luna
Dentro del panteón sintoísta, Tsukuyomi ocupa un lugar de honor como el dios de la luna y la noche, siendo uno de los ‘tres hijos nobles’ nacidos del dios primordial Izanagi. Cuenta la mitología japonesa que, tras el peligroso descenso de Izanagi al inframundo para intentar rescatar a su amada Izanami, y al regresar cubierto de impurezas, el dios realizó un ritual de purificación en un río. Del agua bañando su ojo derecho nació Tsukuyomi, aunque en otra leyenda alternativa, lo hizo del reflejo en un espejo de cobre blanco que Izanagi sostenía en su mano derecha.
Tsukuyomi ascendió a Takamagahara (el plano celestial), donde compartió morada con su hermana Amaterasu, la diosa del Sol y máxima deidad del panteón, y con su hermano Susanoo, el dios de la tormenta y el mar. Sin embargo, la relación entre Tsukuyomi y Amaterasu se vio empañada para siempre tras un trágico episodio que marcó el destino del día y la noche en la cosmología japonesa.
El mito de Uke Mochi y la separación de la Luna y el Sol
Uno de los relatos fundamentales que explican la separación eterna entre el Sol y la Luna en el cielo es el protagonizado por Tsukuyomi y Uke Mochi, la diosa de la comida. Según la leyenda, Amaterasu fue invitada a un gran banquete ofrecido por Uke Mochi en su opulento palacio, pero al no poder asistir, envió a su hermano Tsukuyomi en representación de ambos.
Durante el festín, Tsukuyomi observó horrorizado cómo Uke Mochi preparaba la comida materializándola a partir de su propio cuerpo: escupía arroz, extraía judías de su nariz y generaba mijo y trigo de sus orejas y genitales. Incapaz de soportar lo que consideró una terrible profanación de la hospitalidad y los modales, Tsukuyomi mató a la diosa de la comida en un arranque de ira. Este acto, aunque pudo calificarse de atroz, trajo consigo un inesperado beneficio para la humanidad, ya que del cuerpo sin vida de Uke Mochi brotaron los alimentos básicos para los seres humanos: arroz, mijo, trigo, judías y soja.
Tras este sangriento suceso, Amaterasu, profundamente disgustada y decepcionada por la violencia de su hermano, tomó la determinación de no volver a mirarle jamás, separando sus caminos en el cielo. Así, la tradición explica que el Sol y la Luna nunca coinciden; cuando uno aparece, el otro se esconde, creando el ciclo eterno del día y la noche.
Variaciones y simbolismo del mito de Tsukuyomi en la literatura clásica
Las fuentes clásicas como el Kojiki y el Nihonshoki recogen diversas versiones del mito de Tsukuyomi. En algunas, el carácter sombrío e impredecible del dios lunar queda reflejado en su temperamento cambiante, que se asemeja a las fases de la luna. En otras, Uke Mochi es asesinada por Susanoo, atribuyendo así el acto de violencia al dios de la tormenta, enfatizando su naturaleza más destructiva.
El mito de Tsukuyomi es menos abundante en relatos respecto a sus ilustres hermanos Amaterasu y Susanoo, quienes han acaparado gran parte del protagonismo en las leyendas niponas. Sin embargo, su papel como dios lunar sigue siendo esencial para explicar fenómenos naturales y principios cósmicos dentro del pensamiento japonés.
El simbolismo de Tsukuyomi va más allá de la luna como astro: representa la dualidad entre orden y ruptura, serenidad y violencia, belleza y oscuridad. Se le atribuye una personalidad guapa y serena, amante del orden, pero capaz de traspasar límites y romper su propio código moral si lo considera necesario para mantener ese mismo orden.
Atributos y símbolos de Tsukuyomi
En la iconografía tradicional, Tsukuyomi suele ser representado como un hombre atractivo y calmado, con una postura elegante y una mirada tranquila. La luna, símbolo de belleza y misterio en la cultura japonesa, acompaña siempre su figura, ya sea en forma de halo plateado, reflectado en espejos o como un gran disco reluciente en el firmamento.
Aunque la Luna es generalmente apreciada por su hermosura, Tsukuyomi no siempre es visto de manera positiva dentro de la mitología japonesa. Su papel en la muerte de Uke Mochi y en la separación de Amaterasu ha teñido su imagen de cierto matiz sombrío, asociándosele ocasionalmente con la idea de lo funesto y lo inevitable.
La familia divina: los tres hijos nobles de Izanagi
La génesis de Tsukuyomi está íntimamente ligada a la de sus hermanos Amaterasu y Susanoo. Estos tres dioses, surgidos durante el ritual de purificación de Izanagi, reciben el título de ‘los tres hijos nobles’, y a cada uno se le encomienda la tarea de regir un aspecto fundamental del universo: Amaterasu brilla en el cielo como diosa del Sol, Susanoo gobierna las tormentas y los mares, y Tsukuyomi lidera la noche y la luna.
El equilibrio entre las fuerzas de los tres hermanos simboliza el ciclo de la naturaleza y la coexistencia de opuestos en el mundo. Si bien Amaterasu y Susanoo acaparan la mayor parte de los relatos heroicos—como la lucha de Susanoo contra la serpiente Yamata-no-Orochi o el encierro de Amaterasu tras una afrenta paterna—Tsukuyomi representa la introspección, la calma y la inmutabilidad de la noche, pero también la oscuridad y la ruptura del equilibrio cuando sus principios son traicionados.
Carácter y personalidad de Tsukuyomi
La personalidad de Tsukuyomi es compleja y a menudo paradójica. Si bien se le atribuye una naturaleza serena y un estricto respeto por las normas y el decoro, sus acciones demuestran que está dispuesto a transgredir sus propios límites morales en aras de preservar el orden y la pureza, como demostró con el sacrificio de Uke Mochi.
El carácter de Tsukuyomi varía en algunos relatos en función de las fases lunares, manifestando así un ánimo cambiante y a veces impredecible, que puede pasar de la calma más absoluta a los arrebatos más violentos.
El culto a Tsukuyomi: templos y festivales
A pesar de su papel algo secundario en comparación con otras deidades mayores, Tsukuyomi ha contado con fieles devotos en diferentes regiones de Japón. Templos como el Matsunoo-taisha en Kyoto albergan espacios dedicados a su figura, donde los seguidores realizan plegarias y ofrendas para pedir protección, fertilidad o iluminación espiritual.
En algunos festivales locales, la luna es celebrada en su honor, con rituales nocturnos y danzas que recrean su viaje por el cielo, simbolizando la renovación cíclica del tiempo y la conexión de los japoneses con el cosmos.
Tsukuyomi en la cultura popular: anime, manga y videojuegos
El mito de Tsukuyomi ha trascendido su papel original en la mitología japonesa, cobrando vida en infinidad de obras actuales de la cultura popular. Su nombre y atributos se han incorporado a universos tan diversos como los del anime, el manga y los videojuegos, reinterpretando sus poderes y personalidad para adaptarlos a las necesidades narrativas de cada historia.
Tsukuyomi en Naruto y Naruto Shippuden
Uno de los usos más célebres y reconocibles del nombre es el jutsu Tsukuyomi en el universo de Naruto. Esta técnica, exclusiva del Mangekyō Sharingan de Itachi Uchiha, es un genjutsu (ilusión) temido y respetado por todos los shinobi.
El Tsukuyomi de Naruto consiste en sumergir a la víctima en una ilusión tan poderosa que afecta todos sus sentidos y su mente, colocándola en un escenario dominado por una luna carmesí y un ambiente opresivo. Dentro del genjutsu, el usuario puede controlar el espacio, el tiempo e incluso la materia, permitiendo torturar psicológicamente a sus adversarios durante lo que parecen días enteros, aunque en la realidad haya transcurrido apenas un par de segundos.
El impacto brutal de este jutsu es tal que puede dejar secuelas mentales irreversibles, provocando traumas, colapsos psíquicos e incapacitación prolongada. Solo usuarios del Sharingan con un nivel ocular equiparable pueden llegar a resistir o romper esta técnica.
En el anime, el efecto visual del Tsukuyomi se representa con una luna roja gigante, una atmósfera teñida de sangre y la víctima crucificada en una tortura interminable. Además, se han desarrollado versiones alternativas y variantes, como el ‘Tsukuyomi Limitado’ de la película ‘Road to Ninja: Naruto the Movie’, donde se crea una realidad distinta, llamada Mundo Genjutsu, influida por los sueños de los protagonistas.
Presencia en videojuegos: SMITE, Shin Megami Tensei y Persona
El personaje de Tsukuyomi también aparece en múltiples videojuegos como símbolo de poder lunar y oscuridad. En el MOBA SMITE, es un personaje jugable especializado en ataques mágicos y físicos relacionados con la luna, capaz de restaurar su maná y causar estragos en combate.
En la saga Megami Tensei, y concretamente en Shin Megami Tensei, Tsukuyomi es un demonio recurrente del arcano de la Luna, actuando a menudo como jefe u opción de invocación de tipo oscuridad. Su poder y presencia se incrementan a medida que avanza la serie, llegando a ser en Shin Megami Tensei 5 uno de los jefes opcionales más destacados, con apariencia lunar y portando una hoz que remite a una luna menguante.
El universo de Persona, derivado de Shin Megami Tensei, también incorpora la figura de Tsukuyomi en títulos como Persona 4 Arena Ultimax, donde actúa como fuente de control y daño consecutivo junto al antagonista Sho Minazuki. Destaca por su capacidad instakill (eliminación instantánea) y su gameplay agresivo. En Persona 5 y Persona 5 Royal, Tsukuyomi es una Persona (entidad invocable) disponible como contenido descargable para el protagonista Ren Amamiya, siendo poseedor de uno de los ataques de maldición más devastadores: ‘Alas del Abismo’.
Referencias en el manga: Oshi no Ko
En el manga Oshi no Ko, el nombre Tsukuyomi es utilizado como seudónimo de un personaje misterioso y carismático, dotado de poderes sobrenaturales que lo vinculan tanto con las deidades japonesas como con su hermana gemela, una clara referencia a la relación entre Tsukuyomi y Amaterasu. Aunque no se confirma explícitamente su carácter divino, su presencia sirve para afianzar el misticismo que rodea al dios lunar.
Tsukuyomi en otros medios y videojuegos
El nombre y la figura de Tsukuyomi sigue inspirando nuevas obras, como el juego The Divine Hunter, donde el personaje aparece vinculado a la élite destinada a proteger Japón de amenazas sobrenaturales. La influencia de la luna, la oscuridad y los poderes místicos sigue siendo la base sobre la que se construyen estas historias modernas.
El poder de Tsukuyomi según diferentes universos
El concepto de poder asociado a Tsukuyomi varía en función del entorno en el que se narre su historia. En la mitología primigenia, su autoridad reside en el control del ciclo lunar, la noche y los misterios que se asocian a la oscuridad, la introspección y el cambio.
En los videojuegos, manga y relatos modernos, sus habilidades se reinterpretan para justificar poderes argumentalmente atractivos y espectaculares, desde la manipulación del tiempo y el espacio en Naruto, hasta la creación de ilusiones, el control sobre la energía lunar y la capacidad de influir en el espíritu y la voluntad de otros personajes.
En universos de rol y literatura fantástica, como en el universo Sons of Gods RPG, Tsukuyomi y su descendencia cuentan con un arsenal impresionante de poderes activos y pasivos, estructurados en niveles y fases de potencia, que van desde fuerza y velocidad mejoradas hasta regeneración, manipulación de luz y oscuridad, inmunidad fisiológica y poderes de percepción y carisma sobrenaturales.
Poderes pasivos de Tsukuyomi y su descendencia
- Fuerza mejorada: Los hijos de Tsukuyomi pueden romper materiales cada vez más resistentes a medida que incrementan su nivel: madera, hierro, acero, titanio, diamante, adamantium, vibranium y hierro divino.
- Velocidad aumentada: Sus cuerpos, fortalecidos por la energía lunar, son capaces de velocidades crecientes de hasta 2,700 km/h.
- Empoderamiento lunar: La energía de la luna otorga inmunidades a enfermedades, mayor resistencia física y mental, con incrementos porcentuales considerables en sus capacidades.
- Adaptación extrema: Pueden sobrevivir en ambientes hostiles, incluida la luna, el espacio o bajo niveles altos de radiación y gravedad variable.
- Inmunidad fisiológica y regeneración: Requieren muy poco sueño, comida o incluso oxígeno, y se curan de daños simples hasta regeneraciones más complejas, alcanzando recuperación de órganos, daño mental y más.
- Belleza y carisma místicos: Su atractivo permite manipular emociones y acciones de quienes les rodean, siendo especialmente eficaces durante la noche.
- Calma lunar: Capacidad de inducir tranquilidad en cualquier ambiente, reduciendo la agresividad de quienes se encuentren cerca y contrarrestando habilidades basadas en emociones negativas.
Poderes activos de Tsukuyomi y sus descendientes
- Manipulación de la luz de la luna: Pueden crear objetos sólidos hechos de luz, volverse invisibles, manipular la luminosidad de áreas extensas e incluso adquirir intangibilidad temporal.
- Creación y manipulación de energía lunar: Capaces de generar explosiones de energía, influir internamente en sus enemigos y abarcar territorios continentales con su control.
- Manipulación de la gravedad y el agua: Al igual que la luna influye en las mareas, los descendientes pueden controlar el agua en todos sus estados y alterar la gravedad a su voluntad.
- Umbracinesis: Control absoluto sobre las sombras y la oscuridad, creando seres, construcciones y efectos devastadores sobre enemigos y entorno.
- Mirada de la luna: Una ilusión devastadora que somete a la víctima a tortura mental, alterando la percepción del tiempo y causando daños psicológicos profundos.
- Arco del dios de la luna: Un arco que produce flechas imbuidas con energía lunar, capaces de perforar defensas, absorber energía y desencadenar la destrucción planetaria al máximo nivel.
Otros poderes especiales
- Takama no Hara: Capacidad de teletransportarse y recuperar energías en el plano celestial, anular maldiciones y enfermedades.
- Espejo divino: Invocación de espejos indestructibles para observar, teletransportarse, atacar y sellar enemigos.
- Generación Yin: Creación y manipulación de la esencia yin, representando la oscuridad, la pasividad y la influencia lunar sobre el ciclo vital y el alma humana.
- Poder de la luna: Manifestación de diferentes fases lunares que otorgan habilidades específicas, copias del usuario, transformaciones físicas, creación de ejércitos y efectos devastadores sobre los enemigos.
- Forma divina: Manifestación absoluta del poder de Tsukuyomi, donde se funde con la luz lunar y adquiere control total sobre el espacio y el tiempo a través del espejo divino.
Relevancia cultural y adaptaciones modernas
La figura de Tsukuyomi ha nutrido expresiones artísticas, rituales y literarias a lo largo de los siglos, permaneciendo vigente gracias a su papel dual de guardián y destructor, de serena belleza y fatalidad. La luna, como astro y como símbolo, continúa inspirando festividades, poesías y obras en Japón y más allá.
En la modernidad, los autores y creadores de contenido han reinterpretado los atributos de Tsukuyomi para dotar de mayor profundidad y dramatismo a los personajes basados en su figura, extrapolando sus poderes y rasgos para ofrecer experiencias visuales, narrativas y de juego que exploran la oscuridad y la luz, el castigo y la redención, la soledad y el magnetismo de la noche eterna.
La flexibilidad del mito de Tsukuyomi permite su adaptación a todo tipo de diálogos contemporáneos, desde las luchas internas del alma en mangas como Naruto, hasta los desafíos de poder y supervivencia en videojuegos y literatura fantástica. Siempre como reflejo de lo que la luna representa en el imaginario colectivo: misterio, cambio y poder insondable.
Su historia, poderes y simbolismo continúan reinterpretándose y nutriendo nuevas narrativas, demostrando la capacidad del mito para adaptarse y perdurar a través del tiempo y de los formatos.